
Como una respuesta cautelosa ante el incremento de los aranceles, Volkswagen tomó la decisión de retener la entrada de coches a Estados Unidos.
Sus unidades, principalmente de la marca Audi, permanecerán «congelados» en las puertas de entrada del país vecino. Al menos, hasta que la armadora alemana evalúe cuál será el impacto real de los nuevos impuestos y cómo les impactará.
De acuerdo con un memorándum que la marca habría enviado a sus concesionarios, filtrado por Automotive News, los envíos que llegaron después del 2 de abril no verán la luz hasta nuevo aviso.
Por otro lado, adelantó que ejecutivos del sector automotriz radicados en Europa se citaron con Ursula Donde Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Lo anterior con la finalidad de debatir la respuesta a los aranceles de Trump.
Más tarde, se informó que, dicha reunión concluyó en una atractiva propuesta para Trump. Ya que se le encomió a aceptar un «Arancel 0» sobre bienes industriales. Sin embargo, no se obtuvo una respuesta «adecuada por parte» de Trump. Por ello, la presidenta de la Comisión aseguró que la propuesta seguirá sobre la mesa.
Costos aumentarán en los próximos meses
Por otra parte, Cox Automotive informó que debido a la existencia de inventarios los consumidores tendrán una «ventana» estrecha para adquirir unidades antes de que el precio aumente «10% o más» debido a los nuevos impuestos.
En ese sentido, detalló que la medida impuesta por Estados Unidos busca favorecer el mercado estadounidense por lo que no esperan que pueda negociarse su decisión.
El presidente Trump indicó que el nuevo arancel será permanente, y como tal, esta medida se asemeja a la orden ejecutiva del presidente Lyndon B. Johnson en 1964 en camiones ligeros. Esto no es una apuesta de negociación, es un intento de reestructurar el mercado automotriz de los Estados Unidos favoreciendo la producción nacional. Al igual que en 1964, esto favorece a los fabricantes con una producción extensa en los EE. UU. También favorecerá a la mano de obra nacional y a los proveedores que sirven a la producción estadounidense»
Jonathan Smoke, economista en jefe en Cox Automotive
Por otra parte, Erin Keating, analista ejecutiva, explicó que la medida también afecta el suministro de autos. Principalmente de vehículos nuevos como el Chevy Malibu o el Nissan Versa o Altima, que esta año acaban su ciclo de producción.
Cabe señalar que en 2024 estos modelos representaron el 13% de las ventas en Estados Unidos. Y que algunos de ellos como el Chevy Malibu se producen en México, específicamente en plantas de Coahuila, en el norte del país.
Jaguar y Nissan siguen los pasos de VW
De acuerdo con CBS, Nissan y Jaguar Land Rover también frenaron sus envíos a Estados Unidos. Lo anterior como una medida de evaluación postaranceles.
En primer lugar, Jaguar explicó que aunque Estados Unidos es un mercado importante para sus autos de lujo, como marca deben adaptarse a la nueva estrategia de mercado. En segundo lugar, Nissan detalló que ya no recibirá pedidos para los modelos Infiniti QX50 y QX55.
Los de Nissan se trataría de modelos ensamblados en su planta conjunta con Mercedes Benz en México. Si bien, se sabe que la producción continuará pero será destinada otros mercados de Oriente Medio.
Sin duda los primeros efectos de las medidas impuestas por Donald Trump ya se sienten en algunos mercados, sin embargo falta esperar su impacto real en el bolsillo de los consumidores.
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