
Tal como ocurrió en 2021, la industria automotriz podría sufrir una reestructura en cuanto a la producción y una disminución importante en las ventas debido a los aranceles de Donald Trump.
Durante el webinar “El impacto de México en las políticas arancelarias de Trump” de AMDA, Guido Vildozo, director asociado de la consultora Standar&Poors Global, señaló que la producción podría disminuir. Y pasar al terreno de “produzco solo lo que vendo”.
Lo anterior debido a que la política arancelaria del presidente estadounidense tiene un impacto directo y negativo sobre la industria automotriz. Tan solo durante marzo de 2025, la perspectiva de ventas disminuyó a 700 mil unidades. También se proyecta que la producción caiga en 1.28 millones de unidades en 2025 en Norteamérica.
En la industria automotriz se identifican déficits comerciales por los aranceles. Sean de 2% o de 25% tienen un impacto y nos van a llevar a un nuevo orden comercial”, Guido Vildozo, director asociado de la consultora Standar&Poors Global.
En ese sentido dijo que el presidente Trump hará un anuncio durante el 29 de abril en el cual podría brindar un “alivio temporal” a México. Sin embargo, el impacto debe contemplarse a largo plazo porque Estados Unidos tiene un interés en reducir su déficit comercial y su política no cambiará.
“El primer impacto lo vimos con la desaceleración de ventas y de exportaciones a Estados Unidos. A mediano plazo, cree que reducirá la presión regulatoria en casi todos los países, menos para China”, explicó.
Bajas de producción e inventarios
Aunque Estados Unidos podría reducir la presión arancelaria sobre sus socios, fabricantes de la industria analizan si aún es viable seguir produciendo en México. Otro problema, es la reducción de inventarios, pues algunos han dejado de exportar o producir por temor a los gravámenes.
“Este 2025 podríamos quedar con aproximadamente 1.2 millones de unidades por debajo de lo que habíamos planificado para las ventas automotrices que era de 16 millones en Norteamérica. Es un golpe significativo y a eso hay que agregar el golpe inflacionario”
En ese sentido Guido Vildozo explicó que, sumado a la disminución de ventas, la confianza del consumidor también descendió. Por ello, temen que los accesos a créditos sean más complejos debido al temor inflacionario.
Ante esa situación, Guido sugirió que los fabricantes automotrices deberán identificar cuál será el mercado final para sus autos.
Puesto que es probable que quieran mover su producción hacia territorios más favorecidos en cuanto a los aranceles.
Al respecto, Estados Unidos dejó claro que incentivará sus mercados locales. Esto al exentar de impuestos tanto a los vehículos como a las autopartes fabricadas en su territorio.
Lo anterior implica necesariamente un descenso en la manufactura nacional y un desfavorecimiento en las importaciones y exportaciones.
El papel de China
El director asociado de la consultora Standar&Poors Global, Guido Vildozo explicó que mientras México analiza cómo sortear la situación, China podría experimentar un crecimiento importante en otros mercados fuera de Estados Unidos.
En primer lugar, porque el costo de sus vehículos es considerablemente menor al de los europeos.
Un vehículo fabricado en Europa cuesta 30 mil euros, uno de China solo 20 mil, la diferencia es obvia”, expresó.
Además, en México, China tiene una presencia importante. En muy poco tiempo, las empresas asiáticas han generado un cambio en la segmentación de unidades.
Éstas tienen una mayor presencia en los vehículos compactos, principalmente en el mercado de las SUV y existe una tendencia real sobre su incursión en el segmento de las pickup.
Sumado a ello, las empresas chinas comienzan a ganar terreno en el mercado de los eléctricos, por lo que sus costos y portafolio podrían ganar terreno fuera de Estados Unidos.
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